domingo, 22 de marzo de 2009

CONSIDERACIONES EDUCATIVAS PARA LOS ASPERGER

CONSIDERACIONES EDUCATIVAS
Dra.Lilia Negrón, Presidenta de Sovenia (Venezuela)

El Síndrome de Asperger es considerado un trastorno neuro-biológico en el cual existen desviaciones o anormalidades en tres aspectos del desarrollo:

- Conexiones y habilidades sociales
- Uso del lenguaje con fines comunicativos
- Características de comportamiento relacionado con rasgos repetitivos o perseverantes.
- Una limitada gama de intereses

Motivado a que en el Síndrome de Asperger existe un rango de la severidad de los síntomas, muchos niños con una deficiencia leve de estos síntomas y que pudieran reunir los criterios diagnósticos para el síndrome, bien no reciben ningún diagnóstico, o los consideran “especiales” o simplemente “diferentes”, otros pueden recibir diagnóstico de Déficit de Atención o Problemas Emocionales.

Los individuos con Síndrome de Asperger deben ser educados en su máxima extensión con estudiantes sin discapacidad. A pesar de que se ha planteado que debe ser educado en el ambiente menos restrictivo posible, y ya se habla de la inclusión, todavía persisten problemas de segregación para los estudiantes con Síndrome de Asperger. Con frecuencia, sus programas educativos son deficientes y carecen de suficiente personal capacitado.

La sola ubicación de un niño Síndrome de Asperger en una clase regular, no hace que éste evolucione, sino que necesita apoyo extra o ayuda especial para superar sus dificultades relacionadas con sus características autísticas.
Aún cuando un individuo Síndrome de Asperger tenga lenguaje oral, presenta dificultades para la comprensión del lenguaje hablado y amerita apoyo con estrategias específicas para sus dificultades.

Siendo un aprendiz visual necesita de instrucciones escritas para realizar las diferentes actividades de la vida diaria o de los aspectos escolares y académicos.
Uno de los problemas que confrontan los familiares de personas con Síndrome de Asperger son las conductas inapropiadas o disruptivas. Por ej.: pueden presentar risas inadecuadas cada cierto tiempo, o pueden hacer ruidos extraños o muecas y estar totalmente ausentes sin darse cuenta de lo que pasa a su alrededor. Esto hace que las personas que las rodean piensen que son excéntricos o extraños. Sin embargo, cuando se les da entrenamiento suficiente y adecuado, estas personas pueden actuar “normalmente” por prolongados períodos de tiempo; pero repentinamente, a veces sin avisar, las conductas inadecuadas pueden presentarse.

Estos cambios repentinos de conducta producen “shock”, y juicios equivocados por aquellos que no conocen bien a la persona con Asperger o que no comprenden las características de las mismas. Como resultado, muchas veces las personas con Síndrome de Asperger son criticadas y rechazadas por conductas que son inherentes a su condición.

Contrariamente a lo que se cree, la persona con Síndrome de Asperger se puede volver verbal y físicamente agresiva. Esta agresividad puede aparecer en la pubertad.
Muchas personas con Síndrome de Asperger pueden mostrar patrones de regresión y/o depresión durante la adolescencia. En muchos casos la depresión puede llevar a intentos suicidas. La regresión puede durar entre unos pocos meses y varios años, pero cuando esta dificultad termina, la conducta a menudo madura considerablemente y la persona puede aumentar su habilidad para aprender académica y socialmente. Desafortunadamente, este aumento de la habilidad para aprender ocurre cuando la oportunidad para ingresar en la escuela ha pasado.

Hay un cierto número de principios generales que deben aplicarse para tratar a la mayoría de los niños con Trastornos Profundos del Desarrollo de cualquier grado en el colegio y que se aplican en el caso del Síndrome de Asperger:
1. Las rutinas de las clases deben ser tan consistentes, estructuradas y previsibles como sea posible. A los niños con Síndrome de Asperger no les gustan las sorpresas. Deben ser preparados de antemano, cuando esto es posible, frente a cambios y transiciones.

2. Las reglas deben aplicarse con cuidado. Muchos de estos niños pueden ser bastante rígidos a la hora de seguir las “reglas”, que aplican literalmente. Las reglas y las orientaciones para el estudiante deben ser claramente expresadas, y preferentemente por escrito, a la vez que deben aplicarse con cierta flexibilidad. Las reglas para el niño con Síndrome de Asperger no tienen por que coincidir exactamente con las que se aplican al resto de los estudiantes, ya que sus necesidades y habilidades son distintas.

3. El profesorado debe aprovechar al máximo las áreas de interés especial del niño. El niño aprenderá mejor cuando figure en su agenda una de sus áreas de alto interés. Los profesores pueden conectar de modo creativo los intereses del niño con el proceso de aprendizaje.

4. También se puede recompensar al niño con actividades que sean de interés para él cuando haya realizado de forma satisfactoria otras tareas o haya obedecido correctamente las reglas establecidas.

5. La mayor parte de los estudiantes con Síndrome de Asperger responden muy bien al uso de elementos visuales: horarios, esquemas, listas, dibujos, etc. En este aspecto, se parecen mucho a los niños con Trastornos Profundos del Desarrollo y Autismo.

6. En general, hay que intentar que las enseñanzas sean bastante concretas. Se trata de evitar un tipo de lenguaje que pueda ser malinterpretado por el niño con Síndrome de Asperger, tal como sarcasmo, discursos figurativos confusos, modismos, etc. Hay que intentar romper y simplificar conceptos y lenguaje abstractos.
7. Las estrategias de enseñanza explícitas y didácticas pueden ser de gran ayuda para el niño aumente su capacidad en áreas “funcionales ejecutivas”, tales como organización y hábitos de estudio.

8. Hay que asegurarse de que el personal del colegio fuera del aula (profesores de gimnasia, conductores de autobús, bibliotecarios, etc.) estén familiarizados con el estilo y las necesidades del niño, y hayan recibido un entrenamiento adecuado para tratarlo. Los entornos menos estructurados, donde las rutinas y las reglas son menos claras, tienden a ser difíciles para el niño con síndrome de Asperger.

9. Hay que intentar evitar luchas de poder crecientes. A menudo, estos niños no entienden muestras rígidas de autoridad o enfado, y se vuelven ellos mismo más rígidos y testarudos, si se les obliga a algo por la fuerza. Su comportamiento puede descontrolarse rápidamente, y llegados a este punto, es mejor que el profesional dé marcha atrás y deje que las cosas se enfríen. Es siempre mejor anticiparse a estas situaciones, cuando sea posible, y actuar de modo preventivo para evitar la confrontación, mediante la calma, la negociación, la presentación de alternativas o el desvío de su atención hacia otro asunto.

Una de las mayores áreas de preocupación a medida que el niño avanza en su educación escolar es la mejora de interacciones sociales apropiadas y la ayuda para que el niño se adapte mejor socialmente. El aprendizaje formal y didáctico de habilidades sociales puede efectuarse tanto en la clase como en un entorno más individualizado. Las experiencias que han tenido más éxito son la que utilizan modelos directos, así como la representación de roles en situaciones concretas. Ensayando y practicando el modo de enfrentarse a distintas situaciones sociales, el niño puede aprender a generalizar sus habilidades en entornos más naturales.

A menudo, resulta útil, utilizar una experiencia a dos, en la cual el niño se aparea con otro para realizar estos encuentros estructurados. El uso del “sistema del amigo” puede ser muy útil, ya que estos niños se relacionan bien de uno en uno. La cuidadosa elección de un compañero sin Síndrome de Asperger, para el niño puede ser un procedimiento para ayudarle a elaborar habilidades sociales, potenciar la amistad y reducir la marginación. En las clases superiores, se debe tener cuidado para proteger al niño de las burlas, tanto fuera como dentro del aula, ya que esto constituye una de las principales fuentes de ansiedad para niños mayores con Asperger. Se deben hacer esfuerzos para ayudar al resto de los estudiantes a comprender mejor al niño con Síndrome de Asperger, fomentando la tolerancia y la aceptación.

Los profesores pueden aprovechar las importantes habilidades académicas que muchos niños con Síndrome de Asperger poseen, para ayudarles a ganarse el aprecio de sus compañeros. También es muy útil el que el niño con síndrome de Asperger pueda tener oportunidades de ayudar ocasionalmente a otros niños.

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