sábado, 26 de septiembre de 2009

MAS CONSEJOS de Brenda Boyd

Manejar el problema
Una estrategia clave es hacer planes y tener expectativas claras y realista. Esto
significa hacer un trabajo de detective para descubrir que es lo que ha ido mal en las ocasiones anteriores para tenerlo en cuenta. Esto también implica preparar al niño para la ocasión de una manera honesta y realista de manera que él sepa que debe
esperar.

Consejo # 146 Previsiones honestas
Permítele saber que sus ansiedades y dificultades se aceptan y se comprenden y no
minimices el problema que él tiene. Si hay algo que él probablemente encontrará
difícil y le dices “No será tan malo”, él seguramente te perderá la confianza cuando levuelvas a decir algo la próxima vez.
Por otro lado, si eres honesto con él, él se sentirá comprendido y respetado y esto leayudará a confiar en ti la próxima vez. Dile, por ejemplo, “Hay algunas partes de latarea que creo que te gustaran, pero creo que habrá momentos que te serán difíciles.
Cuando lleguemos, probablemente estará lleno de gente, al menos 15 personas.
Todos ellos estarán hablando y harán mucho ruido. Creo que esto no te va a gustar
nada. Espero que lo puedas manejar bien. Después habrá pastel de chocolate y coca y
pienso que esto te gustará.”

Consejo # 147 Ten un plan de respaldo
Ten un “Plan de respaldo”, así el niño sabrá que tiene opciones si los acontecimientos le superan. A menudo simplemente dejar que el niño sepa que tiene una opción, ya le ayuda a manejarlo. Acordad el plan por avanzado, por ejemplo: “Cuando los invitados estén aquí, debes venir y decir hola. Me gustaría que te quedarás un ratito, pero puedes volver a tu habitación una vez hayas saludado si no te sientes cómodo”.

Consejo # 148 Sé puntual
Si un determinado evento social causa problemas, intenta llegar suficientemente
temprano como para ser el primero, así tu hijo tiene la oportunidad de irse
acostumbrando al ambiente. Si llegas tarde, por otro lado, puede ser muy estresante,
porque el niño tiene que manejarse con un nuevo contexto y mucha gente a la vez.

Consejo # 149 Premia y anima
Puede ser de gran ayuda para él niño que le hagas saber que cuando está con gente,
lo está haciendo bien.

Consejo # 150 Pacta un signo o código
Cuando estás en compañía, puede ser difícil saber cuando él está extremadamente
ansioso, incómodo o que necesita tu atención. También puede que te resulte difícil
corregirle a él sin avergonzarte. Pensad un signo que podáis usar. Puede resultar útil decirles a tus invitados lo que significa el código antes de que suceda cualquier cosa, así si él necesita de tu atención, te será más fácil excusarte.

Ideas para una jornada de coche
Las jornadas de coche con cualquier niño pueden ser muy estresantes cuando ellos
demandan tu atención constantemente, rechazan quedarse bien sentados y riñen por
pequeñas cosas. Y los problemas pueden ser más extremos cuando uno de ellos tiene
SA. Necesitas algunas estrategias para no decaer.

Consejo # 151 Haz una lista
Cuando los niños tienen calor y están aburridos, es asombrosa la capacidad que
tienen para discutir sobre cualquier cosa. Si te sueles encontrar con el problema de
una riña constante por cualquier cosa como quien se debe sentar dónde, ve con
cuidado en no rendirte con el niño con SA. Puede parecer que siempre le dejas hacer
lo que quiere cuando él monta un escándalo y a los otros niños les parecerá injusto.
Pueden sentir que a ellos se los penaliza por portarse bien, y este es el mensaje
erróneo que queremos dar y nos puede acarrear mucho resentimiento.
Estas pequeñas cosas pueden ser muy importantes para los niños. Planifica, así todo
el mundo tiene claro que pasará por avanzado. Pon una lista en el tablón de anuncios
si es necesario, así todo el mundo podrá ver que es justo.

Consejo # 152 Un mapa
Haz la jornada un poco más interesante dándole un mapa. Si no lo tienes, lo puedes
dibujar o bajártelo de Internet. El niño con SA puede ir siguiendo el mapa y buscar
puntos de referencia y señales

Consejo # 153 Un itinerario
Prepara un itinerario simple con las horas estimadas, así el niño sabe que es lo que
debe esperar, por ejemplo:
● Salir de casa: aproximadamente 10:30.
● Conducir hasta casa de Guille: aproximadamente 30 minutos.
● Llegar a casa de Guille: aproximadamente 11.
● Conducir hasta el restaurante: llegar aproximadamente a las 12h.
● Comer: aproximadamente 12h hasta más o menos las 13h.
● Ir hasta casa de Emma: llegar aproximadamente a las 13:30.

Consejo # 154 Paradas programadas
Si el viaje es muy largo, hazlo más ameno preparando algunas paradas en el
itinerario, en horas o lugares específicos. Usa estas paradas para cosas como “estirar las piernas”, tomar algo, comer algo o hacer un pequeño juego.

Consejo # 155 Cassette
Lleva en el coche una cinta de música o una historia grabada para escuchar o cantar
durante el viaje.

Consejo # 156 Leer
Hay personas que se marean cuando intentan leer mientras el coche se mueva. Si ves
que tu hijo no tiene este problema, déjale traer su libro favorito para leer durante el trayecto.

Consejo # 157 El juego del silencio
Si necesitas un rato de silencio mientras conduces, intenta jugar al juego del silencio, en el que el primero que habla, pierde.

Consejo # 158 Haz una encuesta
Dales una libreta y prepárales una encuesta. Decide por avanzado lo que le vas a
preguntar. Aquí tienes algunos ejemplos:
● Vehículos favoritos.
● Coches que ven de un determinado color.
● Coches con un determinado número en la matrícula.
Otra idea que puede ser divertida es puntuar a los vehículos en función de lo limpios
y el buen estado en que estén.

Consejo # 159 Veinte preguntas, etc.
Haz juegos del tipo “Veo, veo” o “Veinte preguntas”.
¿Cómo se juega a las “Veinte preguntas”? Básicamente una persona piensa en un
objeto y los otros tienen que adivinar qué es. Al principio se les da un poco de
información como “es un objeto que está en la parte de delante del coche”. Los
demás pueden hacer un máximo de veinte preguntas antes de adivinarlo. Por ejemplo
“¿Está en el suelo?”, “¿Me gusta?”, “¿Es un juguete?” Sólo se puede responder si o
no.

Consejo # 160 Libros de actividades
Lleva algún libro de actividades, crucigramas, dibujos para colorear… Elige cual es la mejor opción teniendo en cuenta su interés y la motivación que tiene para hacerlo.
Habilidades motoras y coordinación
Un vistazo rápido del problema
El niño puede tener algún grado de dificultad en:
● Habilidades de motricidad fina – (puede tener poca destreza).
● Habilidades de motricidad gruesa – (puede ser algo patoso).
Esto puede acarrear que deba esforzarse mucho en habilidades muy importantes
para la infancia como:
● Utilizar el cuchillo y el tenedor.
● Atarse los cordones.
● Escritura.
● Deportes.
● Juegos de pelota.
● Dar brincos.
● Montar en bicicleta.
● Dar palmas para hacer un ritmo.
● Bailar.
Veamos los problemas
A veces los problemas con las habilidades motoras gruesas y finas se pueden
observar desde que son pequeños. Otras veces solo se hacen obvias cuando el niño va
al colegio. Pueden ser un obstáculo y también hacer que le sea más difícil dominar
algunas habilidades importantes de la infancia. Sin la ayuda adecuada, dificultades
como estas tienen un impacto potencial en muchas áreas de su vida, particularmente
en la escuela, y también puede dañar al autoestima.
Como nota más positiva, es importante pensar que al fin y al cabo, las dificultades
motrices, son las menos graves. La mayor parte de las habilidades de la infancia,
mejoran a medida que se hacen mayores, al menos gradualmente. Y muchas
habilidades que son muy importantes en la infancia, se vuelven menos importantes
cuando crecen. Ya de adulto, no tendrá que competir con nadie en juegos de pelota,
por ejemplo.

Consejo # 161 Nutre sus puntos fuertes
Busca en que es bueno y nutre esos puntos fuertes. Empieza buscando al menos una
cosa para practicar que él ya haga bien y construye a partir de aquí. Por ejemplo, si
es bueno cogiendo la pelota cuando se la tiras, haz juegos con esto. Construye su
auto-confianza centrándote en lo que hace bien y le gusta.

Consejo # 162 Hazlo divertido
Probablemente la mejor manera de ayudarle es a través de la práctica y el ánimo.
Busca oportunidades para practicar habilidades como juegos de pelota en un sitio
seguro en el que él no se pueda avergonzar. Juega en casa o en el jardín mejor que en
un parque, por ejemplo. Intenta que las sesiones de práctica, no parezcan sesiones de
práctica – deben parecer momentos de juegos y para pasar un buen rato.

Consejo # 163 Conviértelo en un desafío
Motívalo a practicar convirtiéndolo en un desafío. Por ejemplo, “¿A ver cuantas veces
seguidas puedes coger la pelota cuando yo te la tire?”, “¿A ver cuantas veces
seguidas puedo cogerla yo cuando tu me la tiras?”.

Consejo # 164 Busca la ayuda de un experto si es necesario
Un experto, como por ejemplo un terapeuta ocupacional, puede ser de ayuda a la
hora de sugerir ejercicios y actividades que les puedan ayudar a tu hijo en sus
dificultades particulares.

TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE - FRACASO ESCOLAR EN EL NIVEL MEDIO

Prof. Haydée Larese Roja (Argentina)

Haydée Larese Roja de Gay se ha desempeñado
como docente, directora y asesora pedagógica
en diversas instituciones educativas.
Ha dictado cursos en Buenos Aires y
en el interior del país, y ha realizado
actividades pedagógicas en el exterior.
Además, es autora de numerosos libros de texto
para el Nivel Inicial y la Educación General Básica,
y coordinadora de una serie de libros de puzzles infantiles.
Agradezco al Sr. Roberto Jiménez, de
Alta Gracia (Córdoba / Argentina)
por haberme remitido el texto que
a continuación pongo a su consideración.
Prof. Miguel A. Ricci



La respuesta que suele darse ante la problemática de los trastornos de aprendizaje es la adecuación de los programas a lo que el alumno puede aprender, con lo cual lo que se obtiene frecuentemente es un empobrecimiento de la enseñanza.


La propuesta más satisfactoria es dotar de un marco institucional que trabaje por medio de didácticas que contemplen la realización de talleres en grupos áulicos reducidos y gabinetes interdisciplinarios que enriquezcan la educación y la autoestima, en lugar de condenar al fracaso. Día a día nos enfrentamos con la realidad de jóvenes que abandonan la posibilidad de cursar el nivel secundario a causa de sus reiterados fracasos.

En general, se trata de alumnos que registran frustraciones en sus estudios desde la infancia, con problemas de aprendizaje difuso y complejo, casi siempre acompañado de un bloqueo emocional, que puede ser tanto causa como consecuencia de sus repetidas decepciones.

Estaríamos, pues, frente a cuadros que la Organización Mundial de la Salud (O. M. S.) categoriza como trastornos específicos del desarrollo del aprendizaje escolar.

Encuadrados en esta definición, resulta imprescindible citar que dicha Organización señala, entre otras posibles causas de estos trastornos, la ausencia de una oferta educativa apropiada para este perfil de alumno, citando la necesidad de adecuación calificada en los recursos que se ponen en juego en los procesos de aprendizaje.

Es necesario destacar que no propone una adecuación de los programas, menos aún una decantación de su nivel académico, sino que dirige su mirada hacia las didácticas que se apliquen en el desarrollo de sus contenidos.

En nuestra realidad educativa resulta insuficiente contar con estos recursos: hay que estudiar la organización de la escuela común y analizar si alcanza con su aplicación, seguramente imprescindible, para que este perfil de alumnado aprenda en profundidad, eleve su atoestima, despeje su bloqueo emocional, se comunique francamente y adquiera técnicas de estudio eficaces.


La escuela común puede contar, según las normas ministeriales, con agrupamientos áulicos de 20 a 45 alumnos. Aquí surge el primer interrogante: ¿puede un profesor, en ese universo de personalidades, distinguir, apoyar y aplicar recursos específicos a alumnos con problemas de aprendizaje? Creemos que no. Este tipo de alumno necesita, ante todo, ser considerado como persona, no como alumno diferente, sino como persona singular, porque la singularidad es la caracteristica principal de la persona humana.

La única singularidad que logra adquirir en los grupos numerosos es la del estigma del fracaso, lo que no produce otra cosa que aumentar su predisposición al mismo. pero, ¿podemos pedirle a un docente que entrevista a este grupo una, dos y hasta seis horas por semana - como máximo - que penetre en el mundo complejo y conflictivo de este alumno?

No llega a conocerlo, debe atender a todos, no puede ni debe disminuir el nivel académico de todo el curso para hacer posible el éxito de unos pocos. Nada de esto está a su alcance, y lo que puede estarlo contradice su ética. Lamentablemente, el mayor conocimiento de su alumnado proviene, generalmente, del rendimiento escolar que demuestran sus lecciones o trabajos escritos: malos o buenos estudiantes. Es decir, se vale de los resultados, sin tiempo ni oportunidad de evaluar los procesos. No se lo puede culpar ni pedir otra cosa.

Y con esto obtenemos la primera rspuesta a la pregunta del encabezado: no existe ninguna relación entre el contenido o la exigencia de los programas y la negativa situación que se describe.

Si pasamos a analizar las etiologías que la O. M. S. cita como causas de estos trastornos, la pregunta que surge es: ¿cuenta la escuela común con profesionales idóneos para detectarlos, diagnosticarlos e instrumentar recursos para su eventual neutralización (es decir, la superación del problema)?

Los gabinetes psicopedagógicos no están contemplados como obligatorios en las plantas funcionales de la escuela común. Es cierto que una gran parte de los institutos educativos cuentan con ellos, pero el alumno que nos preocupa debe contar con la garantía de la atención de profesionales que releven, conozcan y entiendan los factores que inciden en su fracaso escolar.

Nuevamente, comprobamos que los programas de estudio o los lineamientos curriculares no inciden en este aspecto del problema, que deriva claramente de la organización y recursos humanos de la escuela.

Finalmente, si el alumno viene registrando fracasos escolares desde sus primeros aprendizajes: ¿Cómo actuó la escuela para revertir la situación? ¿Cómo apoyó al alumno? ¿Qué recursos le propuso para que estudiara críticamente? ¿Qué técnicas puso en juego para mejorar su lenguaje y su forma de expresarse? ¿Qué didácticas empleó para lograr una interacción armónica con sus pares? ¿Qué medios puso en juego para que este estudiante autoevaluara sus falencias y aprendiera a identificarlas y superarlas?

No estamos hablando de acciones aisladas que todo buen profesor intenta; nos referimos a un programa delineado prolijamente y aplicado con absoluta continuidad.

No son áreas académicas, sino de sustentación y apoyo, de modo que, una vez más, comprobamos que el fracaso escolar no deriva del nivel ni de la calidad de los lineamientos curriculares o programas, sino de su forma de aplicación.

Es una realidad que muchos de estos alumnos están cursando un nivel medio de baja calidad académica, ya que la primera y hasta ahora única propuesta indicada por las autoridades educativas fue la adecuación de los contenidos para que "aprendan hasta donde puedan".

Graves pueden ser las consecuencias de esta medida, tanto para el alumno como para el sistema: el primero sentirá que sigue siendo inferior a los demás; el sistema acusará - y ya acusa - un descenso de nivel que es alarmante.

Pero dado que en este caso nos preocupa el alumno, cabe preguntarse si la educación debe limitarse a impartir contenidos o debe extender sus proyectos hacia la formación de hombres y mujeres sanos, morales y útiles para la familia y la sociedad. Cabe preguntarse, también, qué tipo de hombre o de mujer del futuro forjará una escuela que sólo señaló el fracaso o que no intentó pòr todos los medios dotar a este joven del grado de instrucción que exigen los objetivos de los lineamientos curriculares para obtener el título de nivel secundario.

En nuestra opinión, la mejor alternativa para actuar con justicia y sin discriminación frente a esta franja tan singular del alumnado, es implementar un régimen de aplicación de los lineamientos curriculares oficiales, sin ninguna adecuación que los empobrezca, pero con áreas de sustentación que los enriquezcan, proporcionando al alumno espacios de reflexión, talleres de estudio donde aprenda a estudiar, a opinar y criticar, talleres de comunicación en los que pueda expresar lo que siente y lo que piensa, única manera de flexibilizar su dañada relación con los otros; espacios para aprender a detectar sus fallas en las formas de pensar, analizar y deducir, y la mejor manera de superarlas.

Indudablemente, este régimen debe implementarse sobre grupos áulicos que no congreguen a más de doce alumnos, debe contemplar la capacitación y el perfeccionamiento del personal docente, y el asesoramiento continuo del gabinete psicopedagógico (formado por un equipo interdisciplinario).

En la actualidad, ya hay algunas propuestas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Argentina) de instituciones que, coincidiendo con este enfoque, han implementado un régimen de aplicación de los lineamientos curriculares oficiales, atendiendo a todos los requerimientos que citamos.

El éxito alcanzado hasta el momento, refuerza nuestra convicción acerca de la necesidad de regímenes específicos de aplicación de los lineamientos curriculares oficiales para atender debidamente a ciertas franjas de la población estudiantil.

domingo, 13 de septiembre de 2009

El Enfoque Sistémico y las Neuronas Espejo por Lic. Isabel Rejtman

El enfoque sistémico es un modelo de pensamiento y una manera de entender una parte, a partir de un todo. Se utiliza en abordajes de familias, en instituciones, escuelas y juzgados.

Cuando viene a la consulta psicológica un paciente "designado", la compleja trama de relaciones familiares se pone inmediatamente en juego. Con una lectura tri- generacional, en el marco de las interacciones familiares e institucionales (barrio, escuela, instituciones religiosas, etc.), se puede entender por qué esa persona manifiesta la sintomatología a.

Esta fuera de esta apreciación, las patologías cuyas causas muchas veces se hallan en desórdenes orgánicos. Aunque el presente y futuro de esta persona también están condicionadas por el posicionamiento del entorno.

Existe una gran diferencia desde el abordaje terapéutico entre culpabilizar a la familia por los padecimientos de una persona, y hallar la manera en que atravesando y utilizando los recursos del sistema se reviertan los síntomas.

Es sorprendente cómo el paciente deja de ser el paciente "designado", para constituirse la familia entera como paciente. Trabajando a través de los padres, casi siempre los niños superan y revierten sus dificultades.

Es común escuchar alguna queja como "por que tengo que venir yo si el que tiene el problema es mi hijo". Culturalmente estamos acostumbrados a pensar en el análisis de los niños con formato de terapia individual. Entonces los chicos "van al psicólogo"

Van al psicólogo para que cambie muy poco afuera. Es trabajando con el entorno como se consiguen los mejores resultados y el menor tiempo. Algunos entramados en el orden familiar, son muy difíciles de resolver para un niño solo desde el consultorio. Sería un esfuerzo titánico.

Ahora bien, es sabida la influencia de los "modelos" en la estructuración n y formación de la personalidad. Los niños aprenden imitando y esta condición humana la aprovechan muchos sistemas avanzados de enseñanza.

La congruencia de los modelos sociales y comunicacionales entre los padres y los hijos, no deja de sorprender. Sin embargo es más fácil ver de afuera que entender desde adentro los procesos.

En el programa de habilidades sociales que desarrollamos en un club, nos encontramos con esto algunas veces. Pueden decir "a mi me importa la actividad de mi hijo, la de los adultos es secundaria". Pueden elegir no formar parte de la actividad grupal porque no les atrae. Todo esto es parte y muestra de las distintas modalidades sociales.

Los padres no somos culpables de un modelo poco funcional, pero sí podemos contribuir en la construcción de la identidad en nuestros hijos, a partir de la restructuración n de nuestras propias modalidades.

Ahora viene el tema de las Neuronas Espejo, para usar términos acuñados en la actualidad que no han descubierto nuevas pólvoras. Cualquiera puede recordar que cuando una persona bosteza promueve el bostezo en otro que lo visualiza. Una mamá que amamanta siente la bajada de la lecha si visualiza a otra mamá en la misma función. Una persona que transmite entusiasmo puede "contagiar" ese sentimiento en alumnos, seguidores y en cualquiera que lo esté escuchando. Un docente o coordinador de actividades sociales, presa de sentimientos de enojo, transmite esto a sus alumnos y la tarea termina contaminada. Esto explica que la empatía, la famosa teoría de la mente acerca de captar la "intencionalidad" del otro, está en relación con este modelo y es una de las funciones básicas del cerebro humano.

Poder ponerse en el lugar de otra persona, darse cuenta de sus sentimientos y poner en juego la propia estructuración n a partir de esto, es un mecanismo de nuestro psiquismo. En algunos individuos esta función puede estar afectada y en otros, por el contrario, tenerla como un tipo de inteligencia (la emocional) más desarrollada.

Queremos relevar la importancia del modelo familiar en la educación. Tan sencillo como eso. La cultura familiar se transmite por los valores inculcados y por la actitud en todos los órdenes de la vida. Los niños, incorporan lo que "ven".

Bajo esta concepción se puede comprender mucho mejor por qué en el programa de habilidades sociales no trabajamos solo con los niños. Armamos un marco de funcionamiento familiar de actividades para "mostrarles" a los que están construyendo su identidad, cómo se puede compartir y "hacer".

La articulación del enfoque sistémico con el sistema de neuronas espejo, se basa en poder llegar a influenciar y ayudar a un niño desde los adultos. Con estrategias de comprensión y utilidad instrumentadas por los padres, resolvemos cuestiones que tal vez a un niño en terapia individual le puede llevar años modificar.

Dentro de un programa de habilidades sociales, el impacto emocional de la visualización de las actividades de los padres es parte constitutiva y fundamental en el desarrollo y despliegue del potencial. Acotamos mucho el camino, si las propuestas en cuanto al aprendizaje social, son artificiales dentro del marco de cuatro paredes y solo en relación a una sola persona como la figura de un terapeuta.

Es necesario mostrar en "vivencia y experiencia" , para que los niños construyan las propias.

Los padres somos el espejo donde se reflejan nuestros hijos. Trabajemos en nosotros para devolverles una imagen de bienestar y actitud positiva frente a la vida.

Lic. Isabel Rejtman
Comunidad Asperger Argentina

sábado, 5 de septiembre de 2009

AMPLIAMOS CON BRENDA BOYD

Consejo # 136 Usa materiales atractivos para escribir
Por ejemplo, si no le gusta escribir en lápiz, prueba de que utilice una cera o un
rotulador. Pero ve con cuidado de no ofrecer demasiadas opciones, ya que podría ser
una distracción.

Consejo # 137 Hazle de modelo lenta y cuidadosamente
No le ayuda verte escribir tu propia letra de manera natural ya que no te supone
ningún esfuerzo. Quizá si sólo escribes un cheque, permítele ver cómo lo haces
despacio y con cuidado, dedícale un poco más de tiempo. Es un buen ejemplo para él
si ve que te tomas tu tiempo y muestra orgullo por tu tarea.

Consejo # 138 “The quick brown fox”
“The quick brown fox jumped over the lazy dog”. Esta frase utiliza casi todas las
letras del alfabeto, con lo que es útil como base para practicar.

Consejo # 139 Páginas blancas y doble espacio
Si el niño debe de escribir un trozo de texto de deberes, le puede ser más fácil
hacerlo a doble espacio aunque ocupe más espacio. Así es más fácil poder corregir
luego y le parecerá que el trabajo es más del que ha hecho en realidad.

Consejo # 140 Busca la ayuda de un experto si es necesario
Si sospechas que tu hijo tiene algún tipo de problema físico como una pobre
coordinación de mano y ojo o una musculatura laxa, busca a un experto que te ayude.
Un terapeuta ocupacional te puede asesorar y darte consejos y recomendaciones.
Actividades y juegos que le animaran a escribir

Consejo # 141 Haz un concurso
Por ejemplo: ¿Hasta que punto puedo escribir bien la letra A? ¿A ver cuantas letras M
bien formadas puedo escribir en 30 segundos?

Consejo # 142 Libros de actividades
Hay muchos libros de actividades fáciles de conseguir para niños, que contienen
bolígrafo y papel con actividades que le pueden gustar, por ejemplo:
● Une los puntos.
● Laberinto.
● Dibujos para colorear.
● Sopa de letras.
● Crucigramas.
Si puedes encontrar uno basado en el interés de tu hijo, puede ser de gran ayuda. Si
tu hijo aún no escribe, puedes intentar buscar maneras para que no sea reticente a
utilizar el lápiz.
Se pueden plastificar las actividades de une los puntos de las letras del alfabeto, o del nombre del niño o lo que quieres que practique. A medida que el niño progrese, se
pueden ir cambiando los dibujos a otros más difíciles.

Consejo # 143 Juegos de lápiz y papel
Intenta jugar a juegos divertidos como El colgado, Hundir la flota o El tres en raya.

Consejo # 144 “Encuentros de muñecos”
Este juego es uno en el que todo el mundo puede dejar notas a los demás, pero nadie
puede hablar.

Consejo # 145 La caza del tesoro
Uno esconde un pequeño tesoro y deja una serie de pistas escritas para ayudar al
cazatesoros a encontrarlo. Cada pista es una tarea o una directriz hacia la siguiente
pista hasta que se encuentra el tesoro. Se puede jugar en equipos o individualmente.
Los jugadores hacen turnos para ser el que esconde, aunque puede que el niño necesite a un adulto en su equipo.

Eventos especiales, ocasiones sociales y salidas
Un vistazo rápido al problema
Cuando hay una salida especial o un evento organizado, el comportamiento del niño
con SA a menudo se vuelve peor, por ejemplo:
● Rechaza cooperar o participar.
● Su conducta se vuelva más ofensiva o difícil.
● Está más torpe o discutidor.
● Habla o se comporta de manera inapropiada o vergonzosa.

Esto puede acarrear:
● Las ocasiones, salidas y eventos sociales especiales acaban volviéndose motivo
de temor para el niño y también para aquellos que le rodean.

Eventos especiales
Cuando se acerca algo especial –por ejemplo: vacaciones; visitas a casa; encuentros
con la familia o amigos; una salida especial– son tiempos en que queremos y
esperamos pasar un buen rato y, evidentemente, esperamos que él muestre su mejor
conducta.

Pero los padres de niños con SA pronto nos damos cuenta de que estos son los
momentos en que nuestros hijos peor se portan.
“¿Se supone que debe ser divertido?”
A los niños “normales” a menudo les encantan las ocasiones especiales. Tenemos la
idea de que algo como las vacaciones, ir a visitar a los amigos o a los parientes o ir a una fiesta, nos producen sentimientos felices como excitación y anticipación.
Entonces la ocasión especial por si misma es normalmente algo positivo, una
experiencia divertida.

Pero para el niño con SA, es muy diferente. Las ocasiones especiales pueden ser muy
estresantes. No es muy difícil de entender si consideramos que lo que le da seguridad
en la vida es que sea predecible. La “excitación” para el niño con SA equivale a
“impredecible”, y la impredictibilidad les hace sentir muy ansioso.
Muchos de los sentimientos felices de los otros niños son horribles para los niños con SA. Así que no nos debe sorprender que sean reacios cuando les anticipamos una
ocasión especial. Su miedo a lo que no le es familiar pude dominar la ocasión y
entonces él no se lo pasa bien como nosotros esperaríamos. Esta experiencia
negativa es muy fácil que se convierta en un círculo vicioso de resistencia y un pobre comportamiento.

Manejar el problema
Una estrategia clave es hacer planes y tener expectativas claras y realista. Esto
significa hacer un trabajo de detective para descubrir que es lo que ha ido mal en las ocasiones anteriores para tenerlo en cuenta. Esto también implica preparar al niño para la ocasión de una manera honesta y realista de manera que él sepa que debe
esperar.

Brenda boyd

MAS CONSEJOS DE BRENDA BOYD

Dificultades de atención
Un vistazo al problema
El niño con SA puede tener dificultades en las siguientes áreas:
● Concentración.
● Parar atención.
● Organización.
● Mantenerse sentado.
Esto puede acarrear:
● Tener dificultades en hacer alguna cosa que requiera estar sentado un buen
rato y estar calmado, como puede ser quedarse en la mesa durante la comida.
● Parece estar siempre en movimiento, por ejemplo, saltar de manera excesiva e
inapropiada.
● Sus tareas en la escuela se pueden ver afectadas.

Extremos Asperger
Cuando hablamos de habilidades importantes como la concentración, para atención y
aplicarse, los niños con SA pueden estar llenos de contradicciones. A veces él está
“hipercentrado”, por ejemplo, pasando horas obsesivamente absorto en su interés
especial o actividad, o en su juego de ordenador favorito. Otras veces, parece incapaz de centrarse o parar atención en nada. Como muchos rasgos Asperger, hay muchos extremos, pero muy pocos “medios felices”.

Valorar el problema
Si el niño tiene dificultades de atención, lo primero de todo es reconocer en qué los
tiene. Dependiendo del grado de dificultades, puedes sospechar que tu hijo tiene un
Trastorno por Déficit de Atención (TDA).
Si es así, un experto calificado debería valorar a tu hijo. De todas maneras, no te
preocupes por el diagnóstico, es importante aceptar la naturaleza de sus dificultades.
Una actitud realista te deja en una posición mejor para ayudarle y puede prevenir
mucha frustración.

Las implicaciones a grandes rasgos
Las dificultades de atención pueden causar muchos problemas al niño, especialmente
si no están reconocidas o no están comprendidas. Es muy fácil que su
comportamiento sea malinterpretado. En la escuela puede rendir menos y ser
considerado con peor comportamiento del que realmente tiene, o puede parecer vago
e inefectivo. Las dificultades de concentración pueden causar algunos de los
siguientes problemas:
● El profesor encuentra difícil conseguir que esté quieto en la mesa.
● No se puede concentrar en su trabajo.
● Su atención se dispersa mucho.
● Sueña despierto
● Es olvidadizo y parece ausente.

Las dificultades con la organización pueden significar:
● Él es excesivamente meticuloso o completamente todo lo contrario. También,
puede ser intolerante con cualquier interferencia con su manera de hacer las cosas.
● Si se le pide que haga algo, él realmente intenta hacerlo, pero entonces olvida
lo que se supone que debía hacer.

La hiperactividad puede implicar:
● Está muy nervioso y le es difícil estarse quieto.
● Le es difícil quedarse bien sentado, por ejemplo, a la hora de comer o para hacer sus deberes.
● Todo el día está saltando o tocando los objetos de decoración, por ejemplo.

Manejar los problemas
Definitivamente nosotros queremos que el niño con SA consiga manejar su propia
vida lo máximo posible de una manera ordenada pero no obsesiva. La clave para
conseguirlo es proporcionarle una estructura muy clara. Esto le ayudará a saber
dónde está y que se espera de él.

Consejo # 126 Da las instrucciones de manera muy específica
Asegurate de que tu hijo entiende de una manera clara lo que se espera de él. Da
instrucciones claras y concisas (ver Consejo # 53 Comunica claramente y Consejo # 6 Ponte las metas SMART).

Consejo # 127 No le agobies
No le agobies con demasiada información o instrucciones y no le des muchas cosas
por hacer a la vez, porque le puede suponer un proceso muy duro. Por ejemplo, si
tiene que hacer una serie de tareas, díselas de una en una, no todas a la vez, o divide las tareas en pequeños pasos y felicítale por cada uno (ver apéndice 9 - Dividir las tareas en pequeños pasos, con un ejemplo de como dividir el ir a la ducha en pequeñas tareas).

Consejo # 128 Escribe las cosas y usa ayudas visuales
Algunas ayudas visuales le pueden ayudar a organizarse:
● Un calendario ordinario, que le permita ver aquello que está planeado para la
semana entrante o para todo el mes.
● Un horario. Puede ser diario o semanal. Es muy fácil hacer tu propio horario,
dividiendo una hoja de papel en las secciones apropiadas para cada día o
semana si es necesario. Si lo plastificas lo puedes utilizar más de una vez.
● Recordatorios o listas (ver Consejo # 30 Utiliza ayudas visuales y Consejo
# 31 Plastifica las ayudas visuales).

Consejo # 129 Dale un esquema u organizador
Si es pequeño, le puedes ayudar a utilizar su agenda. Se pueden encontrar fácilmente
y hay muchas entre las que escoger y que están diseñadas para niños. Puede que le
haga sentir importante utilizar el apartado de memos, los planificadores… Si es
mayor o está interesado en aparatos electrónicos, puede gustarle utilizar una agenda
electrónica. Utilizar estos organizadores puede ser un buen entrenamiento para el
futuro, cuando será un hábito muy valioso.
Ideas para ayudarle a centrarse en una tarea

Consejo # 130 Quitar los distractores
Para ayudarle a que se centre en una tarea, intenta que haya el mínimo de
distractores posibles. Esto puede querer decir, apagar la televisión y desconectar el
teléfono durante media hora. Puede significar crear una área de trabajo sin posters.
Si tiene tareas que hacer en una mesa, límpiala de cualquier cosa que no sea
estrictamente necesaria.

Consejo # 131 Utiliza la fórmula “Cuando… entonces”
Para mantener la atención en una tarea, utiliza la fórmula “cuando… entonces”. Por
ejemplo, “Cuando hayas terminado de recoger tus juguetes, entonces podrás ver la
televisión”.

Consejo # 132 Planear el tiempo
Si es difícil que esté tranquilo haciendo una tarea específica, escribe lo que quieres que haga y durante cuanto tiempo. Si es necesario, negocia el tiempo con él. Esto se puede hacer de manera muy simple, por ejemplo:
Deberes: 20 minutos Entonces Playstation: 30 minutos.
Puedes utilizar un despertador que suene cuando haya terminado el tiempo
acordado. (Si se para antes de 20 minutos de hacer deberes, vuelve a poner el
despertador otra vez).

Consejo # 133 Cartas de progreso
Si tiene dificultades con realizar series de tareas, haz “cartas de progreso”. La idea es poner en las cartas las tareas de manera clara así puede ver qué debe hacer y en el orden que debe hacerlo. Cuando haya tachado una tarea, entonces puede ver
enseguida que es lo siguiente que debe hacer. Por ejemplo:
● Sube las escaleras.
● Desvestirte.
● Ponerte el pijama.
● Poner la ropa en el cesto de la ropa sucia.
● Venir a cenar.
Escritura
Un vistazo al problema
Típicamente los niños con SA presentan:
● Una escritura pobre.
● Rechazo a escribir.
Esto puede acarrear:
● Tiene problemas en la escuela.
● Pierde confianza en él mismo.
● Desarrolla una actitud negativa hacia la escritura.
● Cada vez se muestra menos dispuesto a intentar mejorar sus habilidades.
● La carencia de esfuerzo y práctica implican menos progreso.
● La diferencia entre sus habilidades y las de sus iguales se ensancha, lo que
provoca un círculo vicioso.
“Odio escribir”
Muchos niños con SA parece que odian escribir y harán todo lo que puedan para
evitar escribir. Esto puede desembocar en una batalla y acarrear mucha frustración
para todos los implicados. Es difícil saber como hay que ser prudente en este tema.
Algunos padres prefieren dejar la pelea para el colegio porque no se quieren
arriesgar a aumentar la ansiedad cuando el niño llega a casa. Y, evidentemente, ¡hay
muchísimas cosas a trabajar también importantes!
Por otro lado es complicado evitar verse del todo implicado, especialmente cuando
hay deberes por hacer, o cuando es claro que la escritura está afectando su
autoconfianza (ver Habilidades motoras y coordinación).
¿Por qué odian escribir?
Aquí presento algunos de los factores más importantes que pueden causar o contribuir a las dificultades del niño:
● Dificultades motrices.
● Una actitud rígida.
● Dificultades de atención y concentración.
● Perfeccionismo.

Dificultades motrices
La escritura es una de las tareas genuinamente difíciles para los niños con SA, más
que para los demás. Hay temas físicos, como una musculatura laxa o dificultades de
motricidad fina, que pueden requerir un asesoramiento e intervención experta.

Una actitud rígida
El niño con SA oculta fácilmente sus puntos fuertes cuando se trata de la escritura,
ya que le provocan frustración y humillación. Él puede mostrar una decisión inicial de odiar la escritura. Dado que tiene SA, mostrará esto con una rigidez extrema. Una
vez él ha desarrollado esta actitud negativa, es muy difícil para él cambiarla.

Dificultades de atención y concentración
Es muy difícil concentrarse en algo que odias absolutamente (ver Dificultades de
atención).

Perfeccionismo
El niño con SA odia sentirse criticado y por eso hay un buen motivo desde su punto
de vista para evitar escribir, ya que no siente que lo haga suficientemente bien. Él se decepciona porque siente que su letra es vacilante. Un niña pequeña con SA se
disgustó terriblemente cuando aprendía a escribir porque esperaba que su letra se
parecería inmediatamente a la de la profesora.
Además, la idea de expresarse a sí mismo con la escritura puede ser decepcionante.
La escritura le hace salir los sentimientos de fracaso y crítica, sólo por su letra, sino también porque puede revelarse a sí mismo a través de su escritura.

Manejar el problema
La única manera de mejorar su habilidad es mediante la práctica. Pero, ¡cómo
conseguir que un niño reacio a cooperar en una actividad y que tiene una actitud
negativa se de cuenta de este hecho? El problema es que si tu mantienes una actitud
de queja, puedes acabar consiguiendo que nunca más quiera practicar. La clave es
encontrar maneras de incrementar su motivación.

Consejo # 134 Practica un poco y a menudo
Las sesiones largas y arduas de escritura seguramente le cansaran. Se flexible e
insiste en el hecho de ser constante y con sesiones cortas. Para la sesión con una
nota positiva antes de que se canse y felicítale por lo bien que lo ha hecho. Una
sesión de 5 minutos que es positiva y divertida es mejor que una batalla de 15 minutos.

Consejo # 135 Encuentra un propósito
Si hay un propósito que le interese, esto te puede ayudar a vencer su reticencia, por
ejemplo:
● Hacer un cartel para la puerta, con un texto como “NO ENTRAR: HABITACIÓN DE MIQUI”.
● Escribe una lista de sus intereses especiales (por ejemplo, tipos de mariposa).
● Escribir tarjetas de felicitación, como felicitaciones de cumpleaños, etc.
● Empezar un diario.
● Escribir una carta (a un amigo…).

Brenda Boyd

miércoles, 2 de septiembre de 2009

MAS CONSEJOS por Brenda Boyd

Ideas para otros problemas

Consejo # 111 Ejercicio
El ejercicio nos puede ayudar a equilibrar los efectos de comer demasiado o
demasiado poco y sirve también de distracción de la comida. Intenta animarle a hacer
algún tipo de ejercicio y a que no “pique” entre las comidas. Esto le ayudará a
desarrollar un apetito saludable.

Consejo # 112 Comidas regulares
Proporciónale una rutina familiar clara haciendo que las comidas sean tan regulares
como puedas. Intenta animarle a sentarse en la mesa, aunque sea sólo un ratito y que
coma un poco. La comidas regulares pueden reducir el picar entre horas si el niño
sabe cuando debe esperar que sea cuando será la próxima comida.

Consejo # 113 Intenta quitar presión
Si pensamos en un ideal, las comidas deberían ser relajantes y agradables, ¡no
batallas campales! Intenta evitar las batallas quitándole importancia al tema de la
comida. Puede ser extremadamente difícil de hacer, pero intenta no mostrar tu
disgusto ni ansiedad.

Consejo # 114 Persevera
No puedes forzarle a comer, pero puedes seguir intentando ofrecerle lo que quieres
que coma. Por ejemplo, si quieres que coma pan durante la comida, es mejor que
pongas el pan cerca de él en cada comida (¡Puede que algún día lo pruebe!).

Consejo # 115 Implícito en la preparación de la comida
Ocasionalmente déjale que escoja una comida saludable, sabrosa o que la escoja de
un libro de recetas. Sé realista y no demasiado ambicioso. Preparad la lista de la
compra juntos e id de compras. Permítele que se sienta implicado en la preparación
de la comida tomando parte en algún aspecto que le guste, como batir o tirar gotas
de chocolate deshecho.

Consejo # 116 Lista de progresos en la comida
Cuelga una lista en el tablón de anuncios con todos los alimentos que come y vé
añadiendo aquellos nuevos que prueba. Prémiale por cada nuevo alimento.

Consejo # 117 Planing de comidas
Evita discusiones inacabables y frustrantes sobre qué debería o no comer en cada
comida, dejándole escoger por avanzado. Haz una lista de comidas desde el principio
de cada semana y cuélgalo en el tablón.

Consejo # 118 Busca ayuda de un experto
Si buscas ayuda médica, lleva aquello que come y bebe cada semana. Tu médico te
derivará a un dietista que te pueda decir cuales son las deficiencias y te haga una
receta.

Depresión
Un vistazo rápido al problema
Si el niño tiene una depresión, esto puede afectarle a:
● Apetito.
● Sueño.
● Comportamiento.
● Conversación y humor.
Esto puede acarrear:
● Que su conducta se deteriore.
● Que se aísle más.
● Que se vuelva agresivo.
● Que necesite ayuda médica.
Depresión y SA
Los expertos nos dicen que un adulto con SA tiene un mayor riesgo de tener
depresión y que no es fácil entender porque. Una razón muy importante pueden ser
las dificultades sociales.
Lo admita o no, la persona con SA quiere tener amigos y sentires aceptado, pero el
mundo le parece un lugar frustrante, impredecible y confuso. La escuela, para el niño
con SA, es un campo de minas social. Él simplemente no sabe como ser aceptado y
como “triunfar”.
Es importante para nosotros que seamos conscientes de este riesgo de depresión sin
volvernos paranoicos. Nuestra meta básica es ayudarle a ser feliz con él mismo y a
que acepte su SA como parte de él mismo.

Consejo # 119 Estate atento
Se consciente de que la depresión es un riesgo para las personas con SA. Así que, sin
preocuparnos demasiado o estar paranoicos, debemos estar atentos a los signos y
síntomas de depresión. Si un niño no es feliz o está deprimido, se manifestará en
alguna de las siguientes áreas:
● Insomnio.
● Ansiedad.
● Agresión.
● Malhumor y mal temperamento.
● Volverse callado y aislarse.

Consejo # 120 Crea una base de cariño
Es imposible garantizar que no se desarrollará una depresión, pero al menos
podemos crear una base de cariño que haga que las condiciones le sean lo más
favorables posible (Ver capítulo 1 - Trazando las bases).

Consejo # 121 Dedícale tiempo
Pasa algún tiempo con él, a solas, haciendo algo silencioso y relajado, si puedes.
Llévatelo a dar un paseo, quizá por el mar, o por la montaña o por una rambla
natural. Pasa con él un buen rato haciendo algo cosas simples como pintar.

Consejo # 122 Escucha empática
A menudo, cuando un niño con SA está disgustado o deprimido, hace cosas
desproporcionadas y su pensamiento se vuelve rígido e irracional. Como padres,
encontramos muy difícil sentarnos y ver como esto sucede porque naturalmente
odiamos verles así. Intentamos hacerles sentirse mejor. Algunas maneras en que
intentamos ayudarles son:
● Consolarles diciéndoles que estas cosas no son tan malas.
● Dándoles una solución a el problema.
● Intentando hacerles ver el sentido y relativizar las cosas.
Y evidentemente estas ideas pueden ir bien en algunos momentos, pero no siempre
son de ayuda, especialmente cuando el niño está muy disgustado por algo que parece
extraño o irracional. Necesitamos aceptar que no pasa nada porque nos cueste
entenderlo, la manera en como él lo ve, es como él lo ve. Sus sentimientos
desagradables son muy reales y puede ser contraproducente intentar hacerle creer lo
contrario en el momento erróneo, es decir, mientra sigue estando así. Si lo haces, el
puede tener la impresión que estás trivializando sus preocupaciones y que
simplemente no le entiendes. Esto puede hacer que él se atrinchere, se vuelva hostil
y se aísle.
Pero el mal momento para hacer esto, es el buen momento para construir una
relación de confianza entre los dos. Ya que cuando él está mal, lo que más necesita
de ti es que le muestres que estás a su lado proporcionándole una escucha activa y
comprensiva.
Escucha sus quejas mostrando interés, aceptándole y sin juzgarle. Déjale que hable
tanto como quiera o tan poco como quiera. Sólo muéstrate comprensivo y a su lado e
intenta resistir las tentaciones de hacerle entender nada. No le interrumpas
demasiado, pero si crees que necesita que le des baza, inténtalo y restringe tus
comentarios a cosas comprensivas como: “Esto está muy mal” o “Siento oír que te
haya pasado algo así”.

Consejo # 123 Ayúdale a sentirse exitoso
Si él está a punto de tener un momento violento, quita toda la presión que puedas.
Cuando hagas planes, intenta que sea una experiencia positiva para él. No le pidas
demasiado que haga cosas que le son difíciles, porque esto puede minar su confianza
y hacerle sentir que está fracasando.
Busca maneras de proporcionarle pequeñas experiencias positivas. Hazle centrarse
en las cosas que hace bien, como puede ser jugar en el ordenador o dibujar. Busca
oportunidades para felicitarle en sus puntos fuertes, hazañas y atributos positivos.

Consejo # 124 Protégele cuando necesite protección
Todo tipo de situaciones pueden causar ansiedad al niño con SA, especialmente las
situaciones sociales. Necesita que le protejamos sin sobreprotegerle y es difícil
encontrar el equilibrio. Como padres, hay momentos en que debemos reconocer su
vulnerabilidad y protegerlo de las situaciones que pueden provocar mas ansiedad de
la que él puede tolerar. Esto puede significar, por ejemplo, que en determinados
momentos podemos juzgar que él necesita no ir al colegio durante un tiempo.

Consejo # 125 Busca ayuda médica si es necesario
Si estás preocupado por el estado de ánimo de tu hijo o piensas que puede estar
deprimido, busca ayuda médica.


Brenda Boyd

martes, 1 de septiembre de 2009

MAS DE BRENDA BOYD

Asuntos sensoriales

Un vistazo rápido al problema
El niño con SA puede tener una sensibilidad inusual a determinados estímulos
sensoriales como los sonidos o el tacto. Por ejemplo, le puede ser difícil tolerar:
● Determinados sonidos.
● Bullicio.
● Texturas, como por ejemplo algunos tipos de ropa.
● Diferente niveles de dolor o sensación de temperatura.
Esto puede acarrear:
● Aumento de la ansiedad.
● Deterioramiento del comportamiento – especialmente si no se cree al niño y no
se le permiten determinadas cosas.
El punto de vista del niño
Las experiencias sensoriales aumentadas o distorsionadas son muy comunes en la
gente con SA. Algunas de sus autobiografías nos ayudan a entender mejor que
significa para ellos. Aunque las dificultades sensoriales son comunes, no son fáciles
ver.

Una razón es que el niño no siempre dice que está experimentando algo inusual,
porque, evidentemente, para él no es nada inusual. Él no sabe que lo que él siente es
diferente de lo que sienten las otras personas.
Dado que estas dificultades no siempre son obvias, es importante observarles
atentamente. Éstas pueden ser la causa o pueden contribuir mucho a aumentar la
ansiedad y a la pobre conducta que a veces no sabemos explicar.
Algunas sensibilidades comunes

Sonidos
Algunos de los sonidos que les pueden alterar son:
● Los repentinos, inexplicados o muy intensos.
● Sonidos de fondo como el del bullicio.
● El sonido de los aplausos.
● Otros sonidos específicos como el llanto de un niño o la aspiradora.

Tacto
La sensibilidad se puede mostrar con el rechazo a los abrazos o rechazar a las
personas, por ejemplo, cuando le tocan para que se ponga bien en la fila con los
demás niños. O puede ser intolerante a determinadas ropas cuando le tocan la piel.
En el otro extremo o en diferentes momentos, puede desear que le hagan una presión
profunda o que le “aplasten”. Para satisfacer esta necesidad puede iniciar un
contacto físico inapropiado. Con respeto a los jugueteos o las cosquillas, puede que le encanten o lo odie.

Temperatura
Puede no tener mucha sensibilidad a la temperatura. Esto puede significar que
cuesta mucho persuadirle sobre que ropa debe ponerse cuando hace frío o cuando
hace calor.
Dolor
Puede notar el dolor mucho más o mucho menos que los demás. En caso que le
cueste notar el dolor, que es menos obvio, significa que puede estar enfermo o tener
alguna lesión sin que lo sepa ni lo note.
Dificultades con la comida
Ver Comida.
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Otros
Le puede encantar o desagradar la sensación que le producen las montañas rusas, los
paseos en trenecitos o dar vueltas rápidamente.
Entender el problema
Quizá la única manera de entender el problema, es entender que no todo el mundo
vive las experiencias sensoriales de la misma manera. Hay muchas cosas en las que
nosotros estaríamos de acuerdo. A la mayor parte de la gente le encanta el gusto del
chocolate, por ejemplo. Pero otras sensaciones son individuales.
Piensa en el sonido de alguien apretando sus uñas contra una pizarra. A mucha gente
realmente le molesta este sonido y lo encuentra muy desagradable. He visto a gente
cubriéndose las orejas cuando lo oyen. Si este sonido persistiera, seguramente
saldrían corriendo de la habitación para evitarlo. Para otras personas como yo, es un
sonido más. Yo no veo ningún motivo para que moleste a nadie.
Esto es algo similar a lo que la gente “normal” puede sentir respecto a la gente con
SA. Simplemente no entendemos porque ciertas cosas les molestan. Quizá
simplemente debemos aceptarlo.

Consejo # 98 Reducir la ansiedad
Podría aparecer alguna conexión entre los niveles de ansiedad del niño y su
tolerancia a determinados estímulos. Cuando él está menos nervioso parece tener
menos dificultades y viceversa. Si es así, podemos entender su sensibilidad como un
barómetro de sus niveles ansiedad en ciertos momentos. Utiliza pasos para reducir su
ansiedad, especialmente en los momentos en el niño está especialmente sensible (ver
Consejo # 24 Se consciente de la “ansiedad enmascarada” y Consejo # 34
“Días de pijama”).

Consejo # 99 Permítele hacer algunas excepciones
Busca experiencias sensoriales que el niño encuentra difícil, y estate preparado para
permitirle evitar situaciones en las que crees que estará incómodo.

Consejo # 100 Desensibilización
En algunos momentos, cuando él esté menos nervioso, busca maneras de aumentar
su tolerancia. La manera es desensibilizarle gradualmente de aquellos estímulos que
le son difíciles de aguantar. Por ejemplo, si, como mi hijo, tiene dificultades con el ruido de la aspiradora, utiliza un momento en el que él esté contento y calmado y
házsela escuchar durante un período corto de tiempo y a distancia. Prémiale y
felicítale por haberlo escuchado.

La próxima vez, recuérdale su éxito y pon la aspiradora más rato o más cerca. Y así
unas cuantas veces. Llegará un momento en que él podrá decir orgulloso: “Cuando
era pequeño me molestaba mucho el ruido de la aspiradora, pero ya no”.

Consejo # 101 Integración sensorial
Visita a un especialista en integración sensorial para que te asesore y diagnostique la naturaleza de sus grandes problemas sensoriales. Él puede ofreceros diferentes tipos de ayuda, o quizá se ofrezca a darle un masaje al niño. Puede que quieras aprender como hacerlo tu y él especialista te puede dar algunas pautas de como hacer lo mejor para tu hijo. También te puede ofrecer o recomendar algunos ejercicios que le pueden ayudar.

Algunos juegos para jugar
El niño se puede beneficiar de jugar algunos juegos que le permitan experimentar la
sensación de presión. Aquí hay algunos ejemplos del tipo de juegos que pueden ser
terapéuticos y divertidos, pero evidentemente hay más posibilidades que puedes
pensar tu.

Consejo # 102 “Chico sandwich”
El niño está tumbado en el suelo en una colchoneta. Entonces pon muchas mantas,
colchas, cojines… encima de él. (¡No le cubras las cara!). A él le puede gustar más
que cuando hayas hecho esto, apliques un poco de presión al sandwich.

Consejo # 103 La silla móvil
Dos adultos hacen una silla cogiéndose de las manos. El niño se monta en la silla, y
los adultos se acercan a la puerta, cuando están llegando, los adultos hacen ver que
no hay suficiente habitación y se bloquean durante un momento con la puerta y
aprietan con él en el medio. También se puede hacer en la cama, y ¡puede ser una
buena manera de animarle a ir a la cama por la noche!

Consejo # 104 Aplastamiento
El niño se sienta en el sofá y el adulto “accidentalmente” se siente encima de él,
gradualmente va dejando que el niño note su peso, ¡pero sin hacerle daño!

Comida
Un vistazo rápido al problema
Muchos niños con SA se ponen muy irritables y obsesivos con su dieta.

Por ejemplo, el típico niño con SA puede:
● Obsesionarse sobre qué comerá y beberá.
● Consume una variedad restringida de comida.
● Generalmente consume una cantidad muy pequeña.
● Consume grandes cantidades de comida.

Qué puede acarrear:
● Su salud y talla se pueden ver afectados.
● Los padres se ponen ansiosos y se angustian.
● Otras personas pueden pensar que es un malcriado.

Entender el problema
Muchos niños no comen bien, pero en el caso de los niños con SA las dificultades
pueden ser más extremas que con los otros niños. Y mucho más difícil de remediar,
ya que no es posible hacer que un niño coma con tacto.
La comida es esencial para la vida y un recurso que a la mayor parte de nosotros nos
da placer, con lo que es difícil de entender esta dificultad.

Algunas de las razones que lo pueden implicar son:
● Ansiedad, agravada por una sensación extrema de disgusto.
● Temas de sensibilidad.
● Temas de control.
Ansiedad y disgusto

Mi hijo tenía muchísimas dificultades con la comida y sentía que las personas no
podían entender hasta que punto era difícil comer para él, y para él era
extremadamente difícil explicar porque. Lo que más odiaba era intentar comer algo
nuevo o que no le fuera familiar. A veces, cuando yo lo miraba mientras él lo probaba, la expresión de su cara era como de un disgusto atroz combinado con miedo o
ansiedad.
Quizá la mejor manera que tenemos para entender lo complicado que es para ellos es
pensar en algo que nosotros encontramos completamente desagradable y entonces
imaginamos como nos sentiríamos si alguien intentará forzarnos a comerlo.

Temas de sensibilidad
Los problemas con la comida se puede agravar por las hipersensibilidades. El niño
puede sufrir aversión a ciertos gustos, colores o texturas. Pueden haber preferencias
obsesivas por determinadas comidas. Las patatas Pringles son muy comunes,
seguramente por su consistencia, su forma y textura predecible y por sus diferentes
gustos.

Temas de control
Otro factor que puede interferir en el manejo de este asunto es el control. Los
psicólogos nos dicen que la comida es una de las primeras áreas en las que el niño
experimenta el control en su vida. Él descubre desde muy temprano que tiene el
poder de aceptar o rechazar la comida. Si a él le gusta cómo le hace sentir este
poder, él puede ver la comida como una manera de tener el control que quiere,
¡especialmente ante los adultos de su vida! Y, claro, es mucho más fácil que suceda
cuanta más importancia le demos a este tema.

Cómo se sienten los padres
Los problemas con la comida pueden ser una gran preocupación y especialmente
difícil para una madre que se enfrente a ello. Alimentar a su hijo es una parte natural de la maternidad y cuando el niño la rechaza ella se puede sentir con menos poder, inadecuada y rechazada. Las fricciones y frustraciones constantes pueden hacer que le sea más difícil manejar el problema de una manera cariñosa y efectiva.
Además, ir a comer fuera con niño con SA puede ser muy difícil, no sólo por sus
problemas con la comida, sino también a causa de sus dificultades sociales y de
conducta. Cuando otras personas ven los hábitos de conducta y alimentarios, puede
que observéis miradas de desaprobación de gente que cree que estas malcriándole y
consintiéndole. Puede ser una experiencia muy embarazosa (en estos momentos
recuerda el Consejo # 11 No le des más importancia de la que tiene).

Para el que come poco
Consejo # 105 Haz una comida simple
Cuando tengas muchos problemas para preparar la comida y él lo rechace todo, es
difícil no disgustarse y enfadarse con él. Y enfadarse con él normalmente no es bueno
para nada.
Si le preparas una comida simple que requiere poco esfuerzo, esto te quitará mucha
presión.

Consejo # 106 Pequeñas porciones
Cuando intentes introducir nuevas comidas, ofrécele pequeñas porciones y
auméntalas gradualmente. Prémiale por intentarlo.

Consejo # 107 Premios para después de las comidas
Un trato de comida como incentivo
Ofrécele un trato que sepas que le gustará como incentivo por comer su plato.
Mientras le dices que que es lo que ganará, pon el premio a la vista. Utiliza la
fórmula “Cuando… entonces”. Por ejemplo, “Cuando te hayas comido tres trozos de
pescado, entonces podrás tener tu trozo de pastel”.
Una actividad divertida como incentivo
Programa actividades que le gusten para reforzarle después de la comida: “Cuando
te hayas terminado la comida, entonces haremos una guerra de cosquillas”.

Consejo # 108 Purés
Los purés son una buena manera de esconder las verduras u otros ingredientes
nutritivos y pueden ayudar arreglar el problema con los niños que odian los trozos. Si puedes encontrar alguna manera de que el sabor básico sea alguno que a él le gusta, le puedes añadir trozos extras de otras comidas y liquidarlo de un solo golpe.

Consejo # 109 Dale suplementos
Si estás preocupado sobre si toma suficientes nutrientes, puedes probar de darle
algunos suplementos nutritivos. Un médico o un dietista te pueden asesorar en que
nutrientes necesita. Los suplementos nutricionales se pueden encontrar de diferentes
maneras y si tu hijo se niega a tomar barritas, puedes probar por ejemplo, en darle
cápsulas, medicinas, bebidas de frutas o en gotas.

Para el que come demasiado
Consejo # 110 Concesiones estructuradas de comida
Haz una lista de lo que él come y divídela en grupos de comida (fruta y verduras,
proteínas…). De ésta manera, juntos podéis ver dónde está su dieta equilibrada.
Pensad que grupo de comida es el que come en exceso y “racionáis” este grupo. Por
ejemplo, si él come demasiados pasteles y chocolate, haced una dieta diaria de
concesiones en las que él se pueda racionar estas comidas a lo largo del día.
Cuelga las concesiones diarias en el tablón de anuncios y permítele repasarlo cada
día para indicarle cuando ha utilizado su concesión.

Brenda Boyd