martes, 1 de septiembre de 2009

MAS DE BRENDA BOYD

Asuntos sensoriales

Un vistazo rápido al problema
El niño con SA puede tener una sensibilidad inusual a determinados estímulos
sensoriales como los sonidos o el tacto. Por ejemplo, le puede ser difícil tolerar:
● Determinados sonidos.
● Bullicio.
● Texturas, como por ejemplo algunos tipos de ropa.
● Diferente niveles de dolor o sensación de temperatura.
Esto puede acarrear:
● Aumento de la ansiedad.
● Deterioramiento del comportamiento – especialmente si no se cree al niño y no
se le permiten determinadas cosas.
El punto de vista del niño
Las experiencias sensoriales aumentadas o distorsionadas son muy comunes en la
gente con SA. Algunas de sus autobiografías nos ayudan a entender mejor que
significa para ellos. Aunque las dificultades sensoriales son comunes, no son fáciles
ver.

Una razón es que el niño no siempre dice que está experimentando algo inusual,
porque, evidentemente, para él no es nada inusual. Él no sabe que lo que él siente es
diferente de lo que sienten las otras personas.
Dado que estas dificultades no siempre son obvias, es importante observarles
atentamente. Éstas pueden ser la causa o pueden contribuir mucho a aumentar la
ansiedad y a la pobre conducta que a veces no sabemos explicar.
Algunas sensibilidades comunes

Sonidos
Algunos de los sonidos que les pueden alterar son:
● Los repentinos, inexplicados o muy intensos.
● Sonidos de fondo como el del bullicio.
● El sonido de los aplausos.
● Otros sonidos específicos como el llanto de un niño o la aspiradora.

Tacto
La sensibilidad se puede mostrar con el rechazo a los abrazos o rechazar a las
personas, por ejemplo, cuando le tocan para que se ponga bien en la fila con los
demás niños. O puede ser intolerante a determinadas ropas cuando le tocan la piel.
En el otro extremo o en diferentes momentos, puede desear que le hagan una presión
profunda o que le “aplasten”. Para satisfacer esta necesidad puede iniciar un
contacto físico inapropiado. Con respeto a los jugueteos o las cosquillas, puede que le encanten o lo odie.

Temperatura
Puede no tener mucha sensibilidad a la temperatura. Esto puede significar que
cuesta mucho persuadirle sobre que ropa debe ponerse cuando hace frío o cuando
hace calor.
Dolor
Puede notar el dolor mucho más o mucho menos que los demás. En caso que le
cueste notar el dolor, que es menos obvio, significa que puede estar enfermo o tener
alguna lesión sin que lo sepa ni lo note.
Dificultades con la comida
Ver Comida.
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Otros
Le puede encantar o desagradar la sensación que le producen las montañas rusas, los
paseos en trenecitos o dar vueltas rápidamente.
Entender el problema
Quizá la única manera de entender el problema, es entender que no todo el mundo
vive las experiencias sensoriales de la misma manera. Hay muchas cosas en las que
nosotros estaríamos de acuerdo. A la mayor parte de la gente le encanta el gusto del
chocolate, por ejemplo. Pero otras sensaciones son individuales.
Piensa en el sonido de alguien apretando sus uñas contra una pizarra. A mucha gente
realmente le molesta este sonido y lo encuentra muy desagradable. He visto a gente
cubriéndose las orejas cuando lo oyen. Si este sonido persistiera, seguramente
saldrían corriendo de la habitación para evitarlo. Para otras personas como yo, es un
sonido más. Yo no veo ningún motivo para que moleste a nadie.
Esto es algo similar a lo que la gente “normal” puede sentir respecto a la gente con
SA. Simplemente no entendemos porque ciertas cosas les molestan. Quizá
simplemente debemos aceptarlo.

Consejo # 98 Reducir la ansiedad
Podría aparecer alguna conexión entre los niveles de ansiedad del niño y su
tolerancia a determinados estímulos. Cuando él está menos nervioso parece tener
menos dificultades y viceversa. Si es así, podemos entender su sensibilidad como un
barómetro de sus niveles ansiedad en ciertos momentos. Utiliza pasos para reducir su
ansiedad, especialmente en los momentos en el niño está especialmente sensible (ver
Consejo # 24 Se consciente de la “ansiedad enmascarada” y Consejo # 34
“Días de pijama”).

Consejo # 99 Permítele hacer algunas excepciones
Busca experiencias sensoriales que el niño encuentra difícil, y estate preparado para
permitirle evitar situaciones en las que crees que estará incómodo.

Consejo # 100 Desensibilización
En algunos momentos, cuando él esté menos nervioso, busca maneras de aumentar
su tolerancia. La manera es desensibilizarle gradualmente de aquellos estímulos que
le son difíciles de aguantar. Por ejemplo, si, como mi hijo, tiene dificultades con el ruido de la aspiradora, utiliza un momento en el que él esté contento y calmado y
házsela escuchar durante un período corto de tiempo y a distancia. Prémiale y
felicítale por haberlo escuchado.

La próxima vez, recuérdale su éxito y pon la aspiradora más rato o más cerca. Y así
unas cuantas veces. Llegará un momento en que él podrá decir orgulloso: “Cuando
era pequeño me molestaba mucho el ruido de la aspiradora, pero ya no”.

Consejo # 101 Integración sensorial
Visita a un especialista en integración sensorial para que te asesore y diagnostique la naturaleza de sus grandes problemas sensoriales. Él puede ofreceros diferentes tipos de ayuda, o quizá se ofrezca a darle un masaje al niño. Puede que quieras aprender como hacerlo tu y él especialista te puede dar algunas pautas de como hacer lo mejor para tu hijo. También te puede ofrecer o recomendar algunos ejercicios que le pueden ayudar.

Algunos juegos para jugar
El niño se puede beneficiar de jugar algunos juegos que le permitan experimentar la
sensación de presión. Aquí hay algunos ejemplos del tipo de juegos que pueden ser
terapéuticos y divertidos, pero evidentemente hay más posibilidades que puedes
pensar tu.

Consejo # 102 “Chico sandwich”
El niño está tumbado en el suelo en una colchoneta. Entonces pon muchas mantas,
colchas, cojines… encima de él. (¡No le cubras las cara!). A él le puede gustar más
que cuando hayas hecho esto, apliques un poco de presión al sandwich.

Consejo # 103 La silla móvil
Dos adultos hacen una silla cogiéndose de las manos. El niño se monta en la silla, y
los adultos se acercan a la puerta, cuando están llegando, los adultos hacen ver que
no hay suficiente habitación y se bloquean durante un momento con la puerta y
aprietan con él en el medio. También se puede hacer en la cama, y ¡puede ser una
buena manera de animarle a ir a la cama por la noche!

Consejo # 104 Aplastamiento
El niño se sienta en el sofá y el adulto “accidentalmente” se siente encima de él,
gradualmente va dejando que el niño note su peso, ¡pero sin hacerle daño!

Comida
Un vistazo rápido al problema
Muchos niños con SA se ponen muy irritables y obsesivos con su dieta.

Por ejemplo, el típico niño con SA puede:
● Obsesionarse sobre qué comerá y beberá.
● Consume una variedad restringida de comida.
● Generalmente consume una cantidad muy pequeña.
● Consume grandes cantidades de comida.

Qué puede acarrear:
● Su salud y talla se pueden ver afectados.
● Los padres se ponen ansiosos y se angustian.
● Otras personas pueden pensar que es un malcriado.

Entender el problema
Muchos niños no comen bien, pero en el caso de los niños con SA las dificultades
pueden ser más extremas que con los otros niños. Y mucho más difícil de remediar,
ya que no es posible hacer que un niño coma con tacto.
La comida es esencial para la vida y un recurso que a la mayor parte de nosotros nos
da placer, con lo que es difícil de entender esta dificultad.

Algunas de las razones que lo pueden implicar son:
● Ansiedad, agravada por una sensación extrema de disgusto.
● Temas de sensibilidad.
● Temas de control.
Ansiedad y disgusto

Mi hijo tenía muchísimas dificultades con la comida y sentía que las personas no
podían entender hasta que punto era difícil comer para él, y para él era
extremadamente difícil explicar porque. Lo que más odiaba era intentar comer algo
nuevo o que no le fuera familiar. A veces, cuando yo lo miraba mientras él lo probaba, la expresión de su cara era como de un disgusto atroz combinado con miedo o
ansiedad.
Quizá la mejor manera que tenemos para entender lo complicado que es para ellos es
pensar en algo que nosotros encontramos completamente desagradable y entonces
imaginamos como nos sentiríamos si alguien intentará forzarnos a comerlo.

Temas de sensibilidad
Los problemas con la comida se puede agravar por las hipersensibilidades. El niño
puede sufrir aversión a ciertos gustos, colores o texturas. Pueden haber preferencias
obsesivas por determinadas comidas. Las patatas Pringles son muy comunes,
seguramente por su consistencia, su forma y textura predecible y por sus diferentes
gustos.

Temas de control
Otro factor que puede interferir en el manejo de este asunto es el control. Los
psicólogos nos dicen que la comida es una de las primeras áreas en las que el niño
experimenta el control en su vida. Él descubre desde muy temprano que tiene el
poder de aceptar o rechazar la comida. Si a él le gusta cómo le hace sentir este
poder, él puede ver la comida como una manera de tener el control que quiere,
¡especialmente ante los adultos de su vida! Y, claro, es mucho más fácil que suceda
cuanta más importancia le demos a este tema.

Cómo se sienten los padres
Los problemas con la comida pueden ser una gran preocupación y especialmente
difícil para una madre que se enfrente a ello. Alimentar a su hijo es una parte natural de la maternidad y cuando el niño la rechaza ella se puede sentir con menos poder, inadecuada y rechazada. Las fricciones y frustraciones constantes pueden hacer que le sea más difícil manejar el problema de una manera cariñosa y efectiva.
Además, ir a comer fuera con niño con SA puede ser muy difícil, no sólo por sus
problemas con la comida, sino también a causa de sus dificultades sociales y de
conducta. Cuando otras personas ven los hábitos de conducta y alimentarios, puede
que observéis miradas de desaprobación de gente que cree que estas malcriándole y
consintiéndole. Puede ser una experiencia muy embarazosa (en estos momentos
recuerda el Consejo # 11 No le des más importancia de la que tiene).

Para el que come poco
Consejo # 105 Haz una comida simple
Cuando tengas muchos problemas para preparar la comida y él lo rechace todo, es
difícil no disgustarse y enfadarse con él. Y enfadarse con él normalmente no es bueno
para nada.
Si le preparas una comida simple que requiere poco esfuerzo, esto te quitará mucha
presión.

Consejo # 106 Pequeñas porciones
Cuando intentes introducir nuevas comidas, ofrécele pequeñas porciones y
auméntalas gradualmente. Prémiale por intentarlo.

Consejo # 107 Premios para después de las comidas
Un trato de comida como incentivo
Ofrécele un trato que sepas que le gustará como incentivo por comer su plato.
Mientras le dices que que es lo que ganará, pon el premio a la vista. Utiliza la
fórmula “Cuando… entonces”. Por ejemplo, “Cuando te hayas comido tres trozos de
pescado, entonces podrás tener tu trozo de pastel”.
Una actividad divertida como incentivo
Programa actividades que le gusten para reforzarle después de la comida: “Cuando
te hayas terminado la comida, entonces haremos una guerra de cosquillas”.

Consejo # 108 Purés
Los purés son una buena manera de esconder las verduras u otros ingredientes
nutritivos y pueden ayudar arreglar el problema con los niños que odian los trozos. Si puedes encontrar alguna manera de que el sabor básico sea alguno que a él le gusta, le puedes añadir trozos extras de otras comidas y liquidarlo de un solo golpe.

Consejo # 109 Dale suplementos
Si estás preocupado sobre si toma suficientes nutrientes, puedes probar de darle
algunos suplementos nutritivos. Un médico o un dietista te pueden asesorar en que
nutrientes necesita. Los suplementos nutricionales se pueden encontrar de diferentes
maneras y si tu hijo se niega a tomar barritas, puedes probar por ejemplo, en darle
cápsulas, medicinas, bebidas de frutas o en gotas.

Para el que come demasiado
Consejo # 110 Concesiones estructuradas de comida
Haz una lista de lo que él come y divídela en grupos de comida (fruta y verduras,
proteínas…). De ésta manera, juntos podéis ver dónde está su dieta equilibrada.
Pensad que grupo de comida es el que come en exceso y “racionáis” este grupo. Por
ejemplo, si él come demasiados pasteles y chocolate, haced una dieta diaria de
concesiones en las que él se pueda racionar estas comidas a lo largo del día.
Cuelga las concesiones diarias en el tablón de anuncios y permítele repasarlo cada
día para indicarle cuando ha utilizado su concesión.

Brenda Boyd

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