martes, 16 de junio de 2009

CONSEJOS Y ESTRATEGIAS CON HIJOS ASPERGER ( Brenda Boyd )

Ser padre es una de las tareas más importantes del mundo, ¿pero cómo aprendemos
a serlo? Para otras tareas necesitamos un entrenamiento formal y calificaciones, pero
en general nosotros esperamos saber como hacer de padres. La mayoría de las cosas
que aprendemos normalmente lo hacemos observando a los demás – en particular
como nuestros padres nos han subido. Normalmente esto funciona sin problemas,
pero cuando tienes un hijo con Síndrome de Asperger (SA) puede ser difícil a veces
saber como actuar. Los niños con SA representan todo un desafío – además de
muchas de dudas.

Los padres de niños con SA tendemos a entendernos entre nosotros, porque nuestras experiencias son similares. Pero es casi imposible que alguien te entienda de verdad, y eso significa que te puedes acabar sintiendo muy solo.

Yo tengo dos hijos, un hijo y una hija. Mi hija ahora ha crecido y es una persona
agradable, equilibrada y amigable. Cuando ella era pequeña era fácil de llevar y se
conformaba con todo, así que no fue difícil subirla. Pero con mi hijo Kenneth todo fue diferente desde el principio.

Cuando Kenneth era pequeño, me parecía que no tenía más que problemas y
preocupaciones con él, y durante años nadie entendía porque. Muchos de los
problemas no eran inusuales en cierta forma, y a veces intenté convencerme de que a
muchos de los otros niños les pasaba lo mismo. Pero en mi corazón sabía que había
algo diferente. Las dificultades de Kenneth eran muy extremas, y además parecía que
crecían con él. Desde fuera él parecía un niño maleducado, con mal comportamiento
e infeliz, y yo lo odiaba. A veces me culpaba a misma y a veces le culpaba a él.
Cuando a los ocho años finalmente le diagnosticaron de Síndrome de Asperger (o
autismo de alto rendimiento, según con quien hables), se me mezclaron todo tipo de
sentimientos. Una parte de mi estaba nerviosa y triste por su futuro. Otra parte de mi se sentía aliviada porque ahora tenía una explicación. Después de todo, creí que sería una gran ayuda tener el diagnóstico. Pero aún me sentía muy sola y desalentada con la tarea que debía realizar. Nadie que conociera parecía entenderme. Y peor aún,
nadie parecía capaz de darme ningún consejo que me pudiera ayudar.

El diagnóstico a menudo marca el final de una dificultad y hace atar cabos a los
padres. Cuando nosotros empezamos a buscar sobre el Síndrome de Asperger,
pudimos entender muchas cosas. Pero el diagnóstico no hace que desaparezcan los
problemas. Aún teníamos mucho trabajo que hacer y muchas veces las mejores
estrategias educativas para niños ordinarios no funcionaban. A menudo parecía que
aún teniendo la paciencia de un santo y la sabiduría de Salomón no era suficiente.

Manejar las necesidades y desafíos de un niño con SA es una gran responsabilidad y
un trabajo muy duro. No hay soluciones mágicas para cambiar esto. Este libro
pretende dar algunas ideas y herramientas más que sentar un dogma. Espero que
leyéndolo puedas encontrar ideas que te ayuden a manejar problemas específicos a
medida que te vayas encontrando con ellos. Espero también que al menos algunas de
las sugerencias te ayuden a tener una vida más fácil a ti y a tu familia.

Brenda Boyd

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