viernes, 3 de abril de 2009

CUANDO TRABAJANDO PARA EL NIÑO SE LE GANA A LA MEDICACION (CHILE)

Resultado más lento, pero seguro

Apoyo espiritual, una alternativa al Ritalín

Un grupo de profesionales locales encontró el remedio más sano al SDA: Hace dos años trata a 12 niños y sus familias.


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Los niños hiperactivos no siempre son sinónimo de déficit atencional. En ambos casos pueden ser tratados con sicoterapia y obtener resultados.
Revuelo causó en la zona la historia de Matías, un niño con déficit atencional en que el metilfenidato, mal medicado, gatilló el síndrome de Guilles de la Tourette. Aunque el medicamento se vende con receta retenida, según han precisado los siquiatras consultados, es necesario sólo en casos reales de síndrome de déficit atencional.
Y ante esta realidad existen alternativas.
Una de ellas la ofrece Therapeuthes, un grupo multidisciplinario de profesionales que, voluntariamente, realiza terapia a 12 familias de alumnos del Kingston College.
Como explica la sicóloga Elena Lara Molina, ella y otros colegas observaban a diario a niños “adormecidos” por medicamentos en sus consultas. En el afán de prestar servicios a estos pequeños, formaron un grupo con médicos y otros especialistas, para “tratar desde dentro el problema y también atacar el entorno”, explica la ella.
“Estos niños son distintos, especiales, y sufren discriminación de parte del entorno, además de ser muchas veces objeto del mal manejo de los adultos”, plantea la sicóloga.
La postura de Therapeuthes es que estos pequeños, que reaccionan diferente ante el entorno, puedan desarrollar su real identidad. “Por eso intervenimos a niños y padres, para que los menores sean capaces de autodominarse y manejar sus frustraciones”. Así suena muy bien, pero no es fácil. Sólo imagine a 12 niños con déficit atencional intentándolo juntos y comprenderá que la tarea es titánica.
“Es definitivamente más lento que dar una pastillita diaria al niño, pero es seguro.
El metilfenidato es un derivado de las anfetaminas. En concreto, es droga, que se utiliza por un tiempo determinado para controlar ciertos aspectos, y punto”, asevera Elena Lara. A juicio de la especilista, y a partir de su experiencia, la sicoterapia, sin medicamento, es mucho más productiva y ofrece resultados reales a largo plazo. Además, lo considera más sano y efectivo para el paciente.
En cuanto a la controversia que rodea a la “píldora de la obediencia”, la sicóloga es tajante: “Aparenta ser la rápida solución, y esa magia no ocurre con la terapia, `por eso los profesores se resisten”, dice. Hace dos años y medio que estos profesionales trabajan de manera voluntaria y lo que pretenden ahora es ampliar la red a otros establecimientos. “En eso estamos, tocando puertas para ayudar a más familias”, cuenta Elena Lara.

El lado B del metilfenidato

El sicoestimulante metilfenidato, comercializado en Chile con nombres de fantasía como Ritalín, Elem, Aradix, Nebapul, Rubifen o Ritrocel, tiene efectos secundarios para el paciente que lo consume. Los más recurrentes son nerviosismo e insomnio en el niño, pero a ellos se suman pérdida del apetito, cefaleas, somnolencia y vértigo. Otros, aunque mucho menos frecuentes, son visión borrosa, calambres musculares, sicosis tóxica (a veces con alucinaciones), humor depresivo, dolor abdominal, náuseas, vómitos, taquicardia, palpitaciones, arritmia.
Aunque raras veces, puede retardar el crecimiento en niños con tratamientos prolongados y provocar tics o exacerbar tics ya existentes y síndrome de Gilles de la Tourette.

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